No intentes mirar al fondo de mis ojos

Me pierdo en los regodeos del placer, empiezo una carrera de fondo sin límite hasta caer rendido en un arco de éxtasis.
Me gustas tú, el otro y la de más allá, para echar un pulso erótico cualquiera puede ser un buen rival, o un mero pasatiempo.
Subamos a mi ring dionsíaco para un cuerpo a cuerpo brutal, sin ganadores ni derrotados, un juego amistoso que no amorosos.
Ven aquí, recórreme, rodéame, abrázame, pero no intentes mirar al fondo de mis ojos.

Recoge mi alma y bésala.

He perdido de antemano una carrera de fondo sin límite cuya meta es el sufrimiento. Corazón cerrado, corazón ahogado, corazón seco.
Llorar hasta dejar de sentir, sufrir hasta no sentir dolor.
Yo me erotizo, tu me abandonas y él me ahoga, me sacía o me vacía.
Masturbación: penitencia divina, martirio carnal.

Ven aquí y no me toques, simplemente busca mi alma, recógela y bésala, por favor.

Parto concluido.

Ya está, ya hemos parido Kuzbu, a pesar de encontrarnos con una serie de catastróficas desdichas hemos podido con ello. Dar las gracias a los integrantes de este proyecto: intérpretes, producción, asistente, iluminación....Gracias por arrimar el hombro y hacer que esto ha salido adelante sí o sí. De los obstáculos que nos hemos encontrado no pienso ni hablar, no merece la pena. Sólo decir que después del preestreno (con gripe A por el medio incluida), el estreno y el último bolo (hasta la fecha, que aún quedan muchos más) Kuzbu seguirá avanzando y ofreciendo una visión muy particular del tema de la atracción carnal.

Hemos sufrido, pero ha merecido la pena.

Un inquiquinador os saluda.