Me pierdo en los regodeos del placer, empiezo una carrera de fondo sin límite hasta caer rendido en un arco de éxtasis.
Me gustas tú, el otro y la de más allá, para echar un pulso erótico cualquiera puede ser un buen rival, o un mero pasatiempo.
Subamos a mi ring dionsíaco para un cuerpo a cuerpo brutal, sin ganadores ni derrotados, un juego amistoso que no amorosos.
Ven aquí, recórreme, rodéame, abrázame, pero no intentes mirar al fondo de mis ojos.
jueves, 26 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario